Cada uno de los espacios llenos de aire  situados entre los huesos de la cabeza son los senos paranasales y llevan el nombre de los huesos que los contienen por lo que existen los frontales, maxilares, etmoidales y esfenoidales. La función de estos es comunicarse con la cavidad nasal y elaborar moco  para evitar que la nariz se seque mientras sucede la respiración. Además de mantenerla húmeda, la conservan libre de polvo y microbios.

La cavidad nasal está conformada por el tabique que es la pared de cartílago y hueso; el meato medio que es la intersección entre los senos paranasales y los cornetes que son proyecciones situadas en los lados de la cavidad nasal.

Mientras los senos paranasales se conserven sanos, el aire podrá circular en su interior, desplazando moco poco espeso hasta la nariz a través de los cilios (estructuras parecidas a un pelo); pero el drenaje puede bloquearse si el recubrimiento de los senos paranasales se hincha o el moco es muy pesado.  

Lo anterior puede ser provocado por resfriados o alergias que causan inflamación de las membranas mucosas. Esta obstrucción del drenaje normal da lugar a la sinusitis que es un padecimiento muy frecuente el cual puede aparecer en cualquiera de los cuatro grupos de senos paranasales.

¿Requieres de la atención de un otorrinolaringólogo experto en problemas de nariz? No dudes en consultar al Dr. Octavio Delfín Ortega.

Con información del Instituto Nacional del Cáncer, Faairview y el Manual MSD.